(World
War Z, 2013) 116´
Dirección Marc
Foster
Guión Matthew
Michael Carnahan/
Drew
Goddard/Damon Lindelof
Fotografía Ben Seresin
Música Marco Beltrami
Producción Ian Bryce/Dede Gardner/
Jeremy Kleiner/Brad
Pitt
Brad Pitt
Mireille
Enos
Daniella
Kertesz
Fana
Mokoena
Ludi Boeken
David Morse
Pierfrancesco Favino
Peter Capaldi
Ruth Negga
James Badge Dale
Matthew Fox
Elyes Gabel
Moritz Bleibtreu
David Andrews
Sterling Jerins
Abigail Hargrove
Fabrizio Zacharee Guido
La
familia Lane se dispone a pasar un nuevo día en sus anodinas vidas. Cuándo se
encuentran en el coche camino del colegio de las niñas se topan con un atasco
en medio de la ciudad. De repente helicópteros sobrevuelan el cielo
constantemente, se empiezan a oír chillos en la lejanía, ven a policías
corriendo, se oyen explosiones no muy lejos. En segundos un caos desconocido ha
tomado la ciudad y Gerry y su familia han de tratar de huir de un enemigo
desconocido, ciudadanos con los rostros desencajados atacan a mordiscos a otros
ciudadanos que a su vez caen presas de un contagio incubado en apenas unos segundos. No saben que está
sucediendo hasta que este ex trabajador de Naciones Unidas recibe una llamada
de su antiguo jefe. Es una pandemia a nivel mundial y necesitan su ayuda para tratar
de detenerla.
Guerra
Mundial Z se erige como la primera súper producción sobre el género (casi
doscientos millones de dólares de presupuesto, ahí es nada), lo cual tiene sus
pros y sus contras. A favor, unas secuencias espectaculares con millares de
zombies moviéndose como hordas destructivas imparables y unas tomas aéreas que
muestran el resultado de este apocalipsis como nunca en el cine, en contra, que
cuándo pones sobre la mesa doscientos millones de dólares no quieres sorpresas
con la taquilla, y por extensión con la calificación por edades de la película,
con lo cual se ha eliminado la parte más gore y brutal del género. Sin embargo, analizando la balanza, en esta
ocasión pesan más los pros que los contras.
La
película toma como base la estupenda novela de Max Brooks del mismo título, lo
que hace que parta con una traba importante como es la complejidad de adaptar
la obra literaria a una película donde se quiere contar además de inicio con el protagonismo absoluto
de un personaje, en este caso el interpretado por Brad Pitt. Para quien no haya
leído el libro decir que se trata de una ficción novelada compuesta por numerosos
insertos independientes que recogen el trabajo de campo de numerosas
entrevistas a diferentes supervivientes del holocausto una vez este ha sido
superado. Diferentes países, narraciones, personajes… no es que sea inviable su
traslado a la pantalla grande, sino que el formato utilizado no es el más correcto,
intuyéndose además a priori que una serie para televisión sería el medio ideal
a la hora de ser fidedigno a la novela.
Pero más allá de purismos de exigencia absoluta de literalidad a la obra
escrita hay que ver Guerra Mundial Z como lo que es, un entretenimiento de
primera línea, un blockbuster de verano que cumple con creces su cometido de
hacer pasar dos horas de entretenimiento puro.
Con una
secuencia inicial absolutamente espectacular que muestra la huida de Gerry y su
familia entre las calles de una ciudad tomada por los zombies, la cinta no
tarda en ponernos en situación, hay mucho que contar y el tiempo es limitado.
Guerra Mundial Z acaba así por estructurarse en una serie de pasajes que
podemos considerar como casi independientes que relatan la búsqueda de Gerry de
una cura a esta epidemia que está finiquitando a la humanidad. Si que podemos
atisbar en ese caso alguno de los múltiples problemas de producción que sufrió
la cinta en su proceso creativo y que obligo a volver a rodar buena parte de la
cinta tras presentarse a los productores un montaje inicial que no gustó nada.
Salvando esa continuidad unida con hilo muy fino hay que dejarse llevar por una
historia llena de momentos espectaculares y emocionantes (el citado inicio, la
caída de Jerusalén, el accidente de avión, el momento en que el protagonista se
apuesta todo a una carta en el laboratorio médico) que al menos a servidor,
todo una fan del género zombie, le hicieron olvidar la falta de gore de primer
plano, lo cual no quiere decir que la película sea una edulcorada película de
zombies para todos los públicos. No desesperemos a este respecto ya que existe
una versión extendida con ocho minutos adicionales en el mercado del DVD y
BlueRay donde se incluyen secuencias más violentas que no se incluyeron en el
montaje para cines.
Gracias
al elevado presupuesto con el que se contó podemos disfrutar de unos
maquillajes y caracterizaciones de los zombies sublimes, haciendo hincapié este
trabajo en el carácter epidémico de este apocalipsis. Otro elemento a destacar
es aquel que recrea las secuencias de masas, totalmente impactantes por las
cientos y miles de criaturas que aparecen en pantalla, relevándose como un
peligro imparable, y por lo tanto más aterrador. La música de Marco Beltrami remarca
tanto este carácter devastador de los zombies atacando como una masa uniforme
de destrucción, como aquellos momentos donde la tensión es más sostenida, con
la amenaza constante de un ataque zombie en cualquier momento. El score
compuesto por este compositor es uno de los elementos que más aporta al
conjunto, potenciando notablemente las secuencias más potentes de la película.
Respecto
al peso de Brad Pitt dentro de la película, en este caso es vital, ya que además
de protagonista absoluto fue el impulsor y alma mater del proyecto tras quedar
prendado de la novela de Max Brooks, llegando a poner al frente del mismo a su
propia productora Plan B para poder financiar la película. El actor ofrece un
trabajo a la altura de las exigencias y soporta sin problemas cargar con todo
el peso de la trama, ofreciendo una interpretación muy acertada con un
protagonista creíble y que no llega a cargar pese a como decíamos aparecer en
casi todas las escenas.
Olvídense
de purismos los seguidores tanto del libro como de las películas más clásicas
del género. Guerra Mundial Z es puro cine espectáculo y como tal apuesta por el
más difícil todavía, zombies imparables y por millares, situaciones imposibles,
continuas tomas generales y aéreas mostrando ciudades caídas y un héroe de una
pieza capaz de dar con la clave de la pandemia él solito y con apenas un par de
rasguños. Por las noticias que nos llegaban durante el rodaje y post producción
todo el proyecto podía haber dado como resultado un tremendo fracaso a todos
los niveles pero por azar o esfuerzo no fue así, disfruten del apocalipsis. Ah,
y no olviden no dejar de moverse si quieren sobrevivir.
Henry Jeckyll














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