EL ORIGEN DE LOS GUARDIANES


(Rise of the guardians, 2012) 97´

Dirección               Peter Ramsey      
Guión                    David Lindsay-Abaire
Fotografía            
Música                   Alexandre Desplant
Producción           Nancy Bernstein/Christina Steinberg

Chris Pine
Alec Baldwin
Isla Fisher
Hugh Jackman
Jude Law
Dakota Goyo
Khamani Griffin
Kamil McFadden
George Grieve







Un joven se encuentra flotando bajo el agua de un lago congelado. Repentinamente abre los ojos para descubrir como una fuerza invisible esta elevándolo atravesando una capa de hielo que se quiebra a su paso y alzándolo  por el cielo. El poder de la Luna le ha devuelto a la vida dándole el don de traer el invierno allí donde desee. Acaba de nacer Jack Escarcha y el no lo sabe pero trescientos años más tarde deberá unirse a los Guardianes para luchar contra un mal que trata de arrebatar la ilusión de los niños del mundo, alguien conocido universalmente como El coco.


Tras visionar embelesado El origen de los guardianes puedo afirmar rotundamente se trata de un título perfecto para este época navideña, y lo es no únicamente por personajes como Jack Escarcha o Santa Claus, icónicos dentro de estas fechas de invierno, tampoco por una trama que aboga por valores positivos frente a un enemigo oscuro y tétrico, sino por ser un perfecto exponente en cuánto a animación para todo tipo de públicos se refiere. Su director, Peter Ramsey, ha logrado encontrar el equilibrio perfecto para convertir la película en una entretenida aventura para los más pequeños que disfrutaran de las peripecias de los Guardianes que dan título a la cinta en su lucha contra un enemigo común y universal mientras que a los adultos nos llamará la atención el diseño de personajes o su dinamismo y estilo visual.

Como decíamos, los más pequeños de la casa podrán disfrutar en un único título de personajes tan conocidos dentro del folclore popular (aunque sí que es cierto que los protagonistas serán más fácilmente reconocibles por el público anglosajón) como un Santa Claus fornido y tatuado con aires rusos, un hada de los dientes colorista y jovial, un conejo de pascua australiano que he de reconocer imagine viendo los rasgos del personaje le había prestado su voz el actor Jackie Earle Haley (¿no ven al actor de Watchmen perfectamente reflejado en la caracterización de este personaje?), suposición que duró hasta que vi fué Hugh Jackman el encargado de insuflarle vida. También aparecen en escena el citado Jack Escarcha, personaje sobre el que pivota la cinta que sin embargo no olvidemos es muy coral, o el Hombre de arena, encargado de conceder dulces sueños a los niños del mundo, y que sin hablar una sola palabra se hace entender perfectamente. En relación a la utilización de estos iconos de la cultura popular uno de los momentos más simpáticos es cuándo aparece en escena el ratoncito Pérez, un “delegado para Europa” del Hada de los dientes. Una de las cosas que se agradecen en relación a estos personajes, además de que cada uno de ellos está perfectamente definido visual y conceptualmente contando además con su parcela de película en una trama como apuntábamos muy coral, es que no se abusa de esos secundarios creados ex profeso como alivio cómico, representados en este caso por los pequeños elfos cabezones y los peludos yetis (quienes realmente crean los juguetes aunque se haga creer a los torpes elfos que son ellos). Estos dos tipos de criaturas son quienes protagonizarán los momentos más divertidos, siendo utilizados de manera muy medida evitando de esta manera la sobresaturación de chistes y situaciones repetitivas. Otro elemento sobre los personajes y que de inicio me hizo temer lo peor es la aparición en escena de varios personajes infantiles en la trama, cuyo peso en la cinta sin embargo es el justo y necesario para no inclinar la balanza hacía lo visto en ocasiones anteriores.

Por otra parte el público adulto quedará prendado de un estilo visual que ya desde la secuencia de apertura con el personaje de Jack Escarcha atravesando el hielo desde el fondo del lago para elevarse por los aires sorprende por una vistosidad que no necesita de un hipérbole de grandilocuencia para llamar la atención. Dentro de una concepción sencilla y sin recargamientos tanto de escenarios como de personajes podemos disfrutar de atmósferas que logran recrear con pleno acierto los mundos en los que se mueven los diferentes Guardianes, quienes igualmente presentan unas características muy marcadas y bien afinadas. La animación, sin la perfección técnica de Pixar, algo habitual en Dreamworks, productora de la cinta (lo que se distingue en detalles como el pelo de los personajes por poner un ejemplo rápidamente apreciable), logra unas secuencias de acción muy limpias visualmente. Y eso que no son pocos los momentos que a la película se le imprime una gran velocidad en virtud de los movimientos de Jack Escarcha a través de la ciudad o el vuelo del trineo de Santa entre otras situaciones. La cámara acompaña a los personajes en dichos instantes de manera que no perdamos detalle de los escenarios pero sin marear al espectador, un detalle a agradecer dada la moda de movimientos de cámara actual.

Doblaje a la altura de las voces originales, que como siempre sucede en este tipo de trabajos cuentan para los personajes centrales con nombre muy conocidos dentro del star system de Hollywood (Alec Baldwin, Chris Pine, Hugh Jackman y Jude Law como nombres más conocidos). La traslación al castellano no solamente no supone una pérdida de valor, sino que incluso en algún caso logra superar a los actores americanos. Agradecer igualmente en este sentido la no inclusión de los habituales doblajes de famosos o actores de moda contando en este caso con buenas voces que encajan en los personajes a los que dan vida armonizando el resultado final.

No se dejen llevar por el nombre de Guillermo Del Toro como productor ejecutivo, su por otra parte maravilloso universo de criaturas y seres mágicos y fantásticos, rápidamente identificable por el espectador afín al director mexicano, no tiene cabida en esta película, la cual cuenta con un diseño propio. El origen de los Guardianes es un título que personalmente me ha resultado una muy grata sorpresa dentro del género de la animación, un trabajo cuidado y mimado que provoca disfrutemos incluso de unos títulos de crédito finales que son otra maravillosa creación de diseño. Ah, y con escenas de despedida insertadas en medio de estos títulos de cierre, un premio para los que gustan de quedarse en el cine hasta el final.

Henry Jeckyll        















    

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